La Obra de Wharhol

Personas como Roy Lichtenstein realizaron deliberadamente obras de escasa cultura a modo de protesta contra el Expresionismo Abstracto. Sin embargo, Andy Warhol decidió celebrar el arte estadounidense. Se adhirió a los anuncios de sopa enlatada, realizó espectaculares retratos de estrellas de Hollywood y sus glamurosas y escandalosas vidas.

Como sabrán sus más fervientes admiradores, el artista en persona llevó una vida de estrella del rock, prematuramente interrumpida por una trágica muerte. Esto es lo que convierte a su último y genial "Autorretrato, 1986" en una pieza de historia del arte. La obra va a formar parte de la subasta "Velada de arte de posguerra y contemporáneo" de Christie's y se espera que produzca titulares. El precio estimado es de entre 30 y 40 millones de dólares (entre 20,5 y 27,2 millones de euros aproximadamente). Se trata de "la última oportunidad para los compradores de pujar por una obra que cambió la historia del arte", según ha indicado Amy Cappellazzo, de Christie's International.

Como si Warhol hubiera sabido de su inminente desaparición, exploró el envejecimiento de su propio rostro en 2,75m², con una honestidad desnuda, con la "introspección melancólica" de Rembrandt y Van Gogh, por citar a Robert Rosenblum. En el retrato, mira directamente a quien lo observa, y no a través del objetivo de una cámara, con tanta intensidad como las llamativas e hipnóticas pinturas que empleó. Se coloreó a sí mismo con 'Rojo Pop', que había utilizado previamente para la icónica imagen de Marilyn Monroe y en lo que Christie's llama su "mejor pintura de muerte y destrucción", la "Red Explosion (Atomic Bomb), 1963" (Explosión Roja (Bomba atómica), 1963).

La "evocadora autoexposición habla poderosamente de la existencia humana y de la oscura y omnipresente simplicidad de la muerte", en palabras de Cappellazzo.

La obra fue montada previamente en la Galería Anthony d’Offay, seis meses antes de su muerte. La otra pieza fundamental de la exposición cuelga ahora de los muros del Museo Guggenheim de Nueva York.